El amor apesta a rosas

Volví
al siguiente día
con la intención de cortar
aquella maldita cosa (una flor)
pero la encontré
tan hermosa
que mejor
maté un
pavorreal.

C. Bukowsky


Yo no sé, me siento tan vagabundo y enfermo de mi espiritú
que no sé, y no es teorema socratico os confeso a quien sea
lector de esto sin más ni menos, no hay nadie aqui ni espero ni busco a nadie, no sé es mi certeza de mi ya no moral implícita.
Odio, sin embargo no sé, da flojera odiar...me retracto ya no odio, ni puedo jugar de maldito ni de malito como Bukowsky. Ni puedo ser tan oscuro, parezco más un payaso inofensivo pero díficil de digerir
pues me recalcitra un mal en el espiritu y no hay aquí, carpediem Chaman que me haga limpia. Triste estoy escribir este intento de conmover a la botella del mensaje que va a la mar. Pero no soy Henry Chinasky ni Wanda he encontrado. Ayer bien sololoi descubrí la locura que me habla...alguien me dijó, bueno ya van algunas personas para que el ego no afecte el recuerdo, me dicen que la soledad libera...bueno pongo mi mano izquierda sobre mi barbilla más filosofica que yo y entonces que medito...que se la va hacer si esto es facinante, fijate: la vida, el dolor, la soledad, el amor, la muerte, la belleza viene en el mismo paquete todo incluido con los precios impagables para los que todo lo quieren comprar o conseguir bajo el acto despótico, a esos si lo sé ya los vi y creo que ya los tienen en la mira a todos y a todas, abusados pues.