martes, mayo 23, 2006

La palabra para el nosotros

"La palabra aún puede rescatar a todos"
En intercambio de ideas, Roy y Galeano llaman a defender la verdad sin concesiones
DAVID BROOKS CORRESPONSAL

La escritores Arundhati Roy y Eduardo Galeano movilizaron las conciencias de centenas de admiradores que acudieron a escucharlos en el Town Hall, en el centro de Nueva York.


Nueva York, 22 de mayo. Eduardo Galeano y Arundhati Roy insisten en defender la palabra, en dar nombre a las cosas y en que hablar con la verdad ante el poder aún nos puede rescatar a todos.
"Como escritores intentamos integrar este mundo desintegrado", expresa Galeano, aunque para Roy escritores como ella y su colega uruguayo "nos encontramos entre la desesperanza personal y la desesperanza pública". Como está el mundo "estamos escribiendo en una zona de guerra... a veces se siente imposible regresar al escritorio".
Su defensa de la palabra es celebrada por millones de lectores y por el hecho de que aquí se agotaron las entradas, con más de mil 500 personas que llegaron en busca de ser consoladas, nutridas o para hallar un eco a su desesperación. De ahí nace la solidaridad, por lo menos por un par de horas, en el Town Hall, en el centro de Nueva York, donde Roy y Galeano ofrecen lecturas de fragmentos de su trabajo (ella de su novela El dios de las pequeñas cosas y él de su nuevo libro de observaciones y cuentos Bocas del tiempo). Después abren un diálogo.
Dicen que son gemelos. A veces ven los mismos colores en el mundo, a veces no (el tema de uno de los cuentos del nuevo libro), pero ambos son cazadores de la verdad en un entorno inundado de engaños, mentiras, sobre todo -afirman- eso de que nada se puede hacer, de que toda alternativa a esta realidad ya ha sido anulada.
"Necesitamos pensar en una política de oposición... de portarnos como gente muy difícil que rehúsa que se nos haga esto", afirma Roy. "Sobrevivimos por la herencia de la solidaridad", piensa Galeano. El intercambio es a veces en respuesta a las preguntas del otro, a veces en respuesta a las dudas e interrogantes de cada uno.
De esta manera, los dos autores regalan sus palabras a un público de admiradores, una gama poco sorprendente de la izquierda "ilustrada" de Nueva York, junto con algunos personajes conocidos en un ámbito más grande del circuito generalmente cómodo de la "oposición" autoproclamada de este país, como el director Jonathan Demme, el cantautor David Byrne y el dramaturgo y actor Wallace Shawn. También acudieron numerosos jóvenes que despiertan guiados por la palabras de sus héroes en el escenario. Galeano y Roy complacen a los asistentes con sus acertados y articulados ataques al armamentismo, a las ocupaciones militares y a las ocupaciones por la "chequera" del capital financiero, así como el desgaste de la democracia, la creciente represión y la gran pregunta de cómo se enfrenta todo esto.
Pero fue donde aún no existen palabras o frases completas, o donde hay demasiadas dudas, lo más vital de este intercambio: las dudas, la recuperación de la solidaridad, la insistencia en la locura para enfrentar la locura, la proclamación de la rebelión, a veces serena, a veces terremoto, que compartieron con el público.
Aquí algunos fragmentos de este diálogo:
Arundhati Roy: ''Como persona involucrada en mucha actividad política de base en India, una cosa que me aterroriza es que uno siempre está destinado a luchar al lado de gente que no tiene ningún espacio para ti en su imaginario social. Es un proceso muy complicado: la primera parte de mi vida la pasé batallando como mujer en India, batallando y con la esperanza de no casarme con un hombre de mi pueblo que me pegara los fines de semana. Batallando contra la tradición, sólo para después enfrentarme con una modernidad tan horrenda. Es una cosa que espanta. (...)
"La gente lucha junta, pero quizá están soñando un sueño distinto. ¿Cómo negocias con eso? Es un trabajo extremadamente difícil, tratar de encontrar cómo caminar por ahí. ¿Quién te va a decir cuáles son las reglas? ¿Qué tan prístino quieres ser? Alguien como yo siempre está a la orilla (de los movimientos de masas). No puedes ser completamente parte de ello, sin embargo, lo apoyas."
EG: Tantas contradicciones...pero así es la vida... por eso la vida se mueve...
AR: ¡Pero Irak sigue ocupada! Tenemos que parar eso. La matanza tiene que terminar. Tenemos que encontrar la manera, y creo que en buena medida la responsabilidad es de la gente en este país. Ustedes tienen que encontrar la manera de frenarlo.

AR: En los setentas, y un poco antes, los gobiernos estadunidenses estaban ocupados derribando democracias, ahora aprendieron a vaciar la democracia. Hasta en Estados Unidos, cuando estaban Bush y Kerry (contendiendo por la presidencia), era como escoger entre marcas de jabón: ya sea que compres esta marca o aquella, todas pertenecen a Procter & Gamble.
"El movimiento antiguerra apoyó a Kerry, pero él no decía que sacaría las tropas."
EG : Este divorcio entre las palabras y los hechos trabaja contra el prestigio de la democracia y el lenguaje. Fue un gran escándalo cuando Evo (Morales) nacionalizó el gas. ¿Cuál era el imperdonable pecado? Que hizo exactamente lo que prometió hacer.
AR: Ya sea India, Sudáfrica, Brasil o Bolivia, todos tienen la amenaza de fuga de capital. El internacionalismo debe venir de que estos países se unan, porque una de las cosas buenas para el establishment, es que la democracia está dentro de las fronteras nacionales, en cambio, el capital está afuera de ellas. Tienes libre flujo de capital, pero tienes policía, fronteras militarizadas. A menos de que haya una unión entre los países del sur, el minuto en que tomes el poder estás amenazado. Habrá vuelo de capital. No es suficiente decir que esta gente es mala, porque hay un sistema que provoca que esto suceda.
EG: Para las nuevas generaciones, ¿cuáles son los modelos de éxito?, ¿las imágenes de la virtud? Mi pobre madre decía que las mentiras tienen piernas cortas. No es verdad, tienen piernas muy largas, y corren más rápido que los mentirosos.
"En las elecciones democráticas, nos entrenan para aceptar que un político es alguien lo suficientemente listo como para mentir como si estuviera diciendo la verdad.
"Hay una crisis de fe en la democracia, especialmente entre los jóvenes. Hasta en un modelo como Chile, tres de cada cuatro jóvenes no votaron..."
AR: Pero cuando tienes Tide y Ivory Snow, ¿qué caso tiene votar? Yo también sufro de una crisis de fe en la democracia. Creo que es muy importante tener esta crisis porque la democracia ya no es democracia...
EG: La democracia debería ser democracia, pero ha sido traicionada por los profesionales de la democracia.
AR: Se volvió simplemente una ceremonia de la democracia.
EG: Como una misa sin dios.
"Este es el reto. Deberíamos de construir una nueva democracia, pero tienes el problema de los superpoderes que gobiernan, que ahorcan los salarios, que matan todo lo que tocan. ¿Cómo puedes convencer a los jóvenes de seguir un camino distinto? ¿Son éstos sus modelos de éxito? Creo que es necesario abrir nuevos caminos a una democracia verdadera, pero es muy difícil."
AR: (En India) las masas entienden profundamente que esta no es la vía a seguir...
Cómo librar esta guerra es lo que sigue siendo la pregunta. Creo que no nos deberíamos de ocupar primero de la política de los gobiernos, sino de la política de la oposición, de la política de ser gente de verdad difícil, que se rehúsa a dejar que nos hagan esto.
Galeano concluyó el diálogo con algo que había escrito en el viaje de avión a Estados Unidos:
"En tiempos oscuros, tengamos el talento suficiente para aprender a volar en la noche, como murciélagos; seamos lo suficientemente sanos como para vomitar las mentiras que nos obligan a tragar cada día; seamos lo suficientemente valientes como para tener el coraje de estar solos y lo suficientemente valientes como para arriesgarnos a estar juntos...
"Seamos lo suficientemente maduros como para saber que podemos ser compatriotas y contemporáneos de todos los que tienen una voluntad de belleza y una voluntad de justicia, sin importar dónde nacieron ni dónde se encuentran, porque no creemos en las fronteras de los mapas ni del tiempo, seamos lo suficientemente tercos como para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena....
"Seamos lo suficientemente locos como para ser llamados locos... seamos lo suficientemente inteligentes como para ser desobedientes cuando recibimos órdenes contradictorias a nuestra conciencia o contra el sentido común

viernes, mayo 19, 2006

La vida, la ley y la fuerza

Enrique Dussel A.*
La vida, la ley y la fuerza


La fuerza es un componente del poder político. La voluntad-de-vivir (como decía Arthur Schopenhauer) es el momento que da la fuerza al poder político. Todos los miembros de la comunidad política "quieren vivir" (este "querer" es la voluntad). El poder político, además de esa voluntad de todos los ciudadanos, necesita la unidad que da el consenso o el acuerdo o pacto racional de todos los miembros. Si a esto agregamos la factibilidad (es decir, una voluntad de vida, consensual y con medios para ello) tenemos la articulación mínima de una definición primera de "poder político" (véase todo esto en una obra que aparecerá dentro de poco en Siglo XXI Editores: Veinte tesis de política).
En un segundo momento, el poder de la comunidad o del pueblo (potentia) deben darse instituciones para poder ejercer constructivamente los medios legítimos para desarrollar la vida del pueblo. Para ello nace toda la estructura institucional del ejercicio delegado del poder (potestas), en último término: el Estado (como macro-estructura institucional). Las estructuras institucionales son mediaciones o instrumentos para la reproducción y desarrollo de la vida (ecológica, económica, cultural y hasta religiosa) de la comunidad. Para poder vivir, para no matarse unos a otros (como sugería Thomas Hobbes), es necesario algún acuerdo básico, algún consenso. El conjunto de estas mediaciones de legitimidad es la constitución y el sistema de la leyes. El respeto habitual de esas leyes, y de las instituciones de su aplicación (los jueces), y no el "ojo por ojo" de cada ciudadano que hace justicia por sus manos, es el "estado de derecho". Entre los instrumentos del "estado de derecho" el Estado o sociedad política debe tener el monopolio del ejercicio de la fuerza como indicaba Max Weber (para evitar el "ojo por ojo" indicado arriba).
Sin embargo, hay que considerar una cierta jerarquía entre los términos. La vida humana tiene dignidad absoluta y es el fin. La ley y el "estado de derecho" es un medio. Ya el fundador del cristianismo, siendo que estamos en una cultura de esta tradición podemos usar este ejemplo, dijo: "El dueño del sábado es el hombre" (Lucas 6,5). Si debo ayudar a un enfermo y cargarlo al hospital hago un trabajo que la "ley" me lo prohibía en sábado. Y bien, para aquel esclarecido ético, la "vida" del enfermo valía más que el cumplir con la "ley", porque el "sábado es para el hombre" y no viceversa.
Cuando una autoridad (sea gobernador o presidente) aplica la fuerza de la coacción monopólica desproporcionadamente, produciendo la muerte (porque los asesinados tienen en sus cuerpos balas de las fuerzas públicas del orden) para disolver una huelga obrera o para evitar que unos vendedores ambulantes transformen la calle en tianguis, ha usado la fuerza, de lo que tiene legítimamente el derecho, pero al usarla desproporcionadamente, elevando el medio (la ley) por sobre el fin (la vida humana), su acto deja de ser legítimo y se transforma en un acto despótico, ilegítimo, bárbaro. Ha puesto la carreta delante de los caballos; ha invertido los valores, y peor cuando pretende justificar el acto desproporcionado fundándose en el cumplimiento de la ley -que es un medio para la vida del pueblo- y no reconoce su error. Al justificar los asesinatos en nombre de la ley muestra su culpabilidad. Lo oculto es que ha constituido su voluntad despótica en el fundamento de la ley en la que se escuda, porque una aplicación indebida de la ley es injusta y nada tiene que ver con la legitimidad o no de la ley. Sócrates no criticó la ley de Atenas, sino a los jueces injustos que lo condenaron a muerte, por más que los jueces injustos se parapetaran detrás del cumplimiento de la ley.
En efecto, el ejercicio delegado del poder que efec-túan las instituciones de la sociedad política (el Estado) se realiza en nombre del pueblo. Pero puede desviarse en su ejercicio. Hay dos maneras extremas de dicho ejercicio. Aquí coincide el subcomandante Marcos con el fundador del cristianismo. Desde Chiapas leímos que cuando el que ejerce el poder lo hace escuchando al pueblo, es como "cuando el que manda manda obedeciendo" (en Marcos 10,44 leemos: "el que quiera ser primero sea servidor de todos"). Es el modo justo y legítimo del ejercicio del poder que emana del pueblo.
Mientras, cuando el que ejerce el poder del Estado cree hacerlo desde sí mismo (es decir, cuando pretende que el Estado es la sede última del poder político), cae en el fetichismo: toma el medio por el fin. De este tipo de gobernantes se dice que "cuando mandan mandan mandando" ("los líderes de los pueblos los tiranizan y los grandes los oprimen"; Marcos 10, 42). En este segundo caso, la voluntad del gobernante pretende ser la sede del poder y la fuente de la ley. Pareciera que cumplir con su voluntad es cumplir con la ley. Cuando se dice que hay que cumplir la ley significa que hay que obedecer su voluntad. George Washington se levantó contra el rey de Inglaterra. Miguel Hidalgo y Costilla no obedeció al rey de España ni las Leyes de Indias, las únicas vigentes en su momento. Luchó por la vida de los mexicanos y se opuso a la autoridad y a la ley que los oprimían. ¿Fue un bandido, un anarquista o un terrorista? ¿No está la "vida" sobre la "ley" cuando en caso de extrema necesidad hay que hacer una huelga para que se recuerden sus derechos conculcados o usar una calle como tianguis para vivir? ¿Es la ley, la voluntad del gobernante, fundamento suficiente para privar de la vida a los ciudadanos?
¡Estoy defendiendo principios y no criticando personas!, como en otras ocasiones. Ciertamente, es racional reconocer que la vida tiene mayor dignidad que la ley y la voluntad de un gobernante que no escucha1, porque si escuchara hubiera negociado pacíficamente la solución de un conflicto sin el uso desproporcionado de la fuerza -la violencia es lo contrario al dar razones para alcanzar acuerdos. Si se quieren alcanzar acuerdos por la fuerza pareciera repetirse la política de los cruzados o la Guerra Santa que por las armas pretenden convencer al contrario de su creencia, lo cual es contradictorio porque, ¿cómo obtendrán el acuerdo pleno y libre del oponente proponiendo con violencia sus razones? La única manera de llegar a acuerdos políticos, democráticos, profundos, de largo plazo, es a través de la discusión en la que los argumentantes tienen simetría; es decir, son admitidos como iguales y libremente (no bajo coacción). Esto es democrático. ¿Pueden las balas destruir los buenos argumentos del oponente? Alguien dijo: "Las ideas no se matan", tampoco los derechos. ¿Puede la coacción ilegítima (porque desproporcionada) del Estado fundar su acción en la ley cuando la está destruyendo en su fundamento (porque la ley es el fruto de acuerdos a partir de una discusión razonada del Poder Legislativo, es decir, de los representantes de los ciudadanos, y no fruto de una voluntad despótica apoyada en los revólveres de la policía)?
Es grave la situación. Nuevamente se usan las palabras contra sus significados. La vida tiene dignidad absoluta y funda aún el valor de la ley. No puede usarse la fuerza del Estado pretendiendo aplicar la ley contra la vida del pueblo. ¡La historia -que tiene memoria, más de la que algunos gobernantes suponen en su ignorancia- los juzgará!
* Filósofo
1 "Escuchar a lo que se tiene delante" (ob-audiere) significa "obediencia" en latín.

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