Francisco Goitia, otro ángel de la noble locura

a otro Francisco pintor,poeta, amigo y lector Franco Félix.


Caminando por Xochimilco en pos de una quesadillas de su mercado, pues es lo que más se consume con su maíz multicolores, recordé que hace poco leí en el número 288 del suplemento México en la cultura del extinto diario Novedades de 1954, un amplio articulo que hablaba de Francisco Goitia, fue ahì gracias a ese texto que lo conocí, antes solo significaba un nombre de alguna estación del tren ligero de la ciudad de México, precisamente una antes de llegar a Xochimilco.

Pintor, un caso insólito por su forma de vivir, nacido antes del siglo veinte por Zacatecas, caso muy semejante y que te hace pensar en el otro pancho, el de Oaxaca el gran Toledo, y es en ellos que se descubre a la magia imagen, especies de alquimistas de las formas y colores. Pienso en ellos como efectos metafísicos de la pintura mexicana, dos místicos, limpios desaliñados de amorosa naturaleza, de caminos humildes, agradezco que den a mis ojos sus arrebatadoras expresiones, su trabajo de valientes calidades técnicas y emocionales. Hoy celebro tu recuerdo Goitia, por dejarnos tu herencia de la resistencia introvertida de nuestro ser profundo.